Aprender a leer y escribir en dos o más idiomas

Primera infancia

Ayudar a su hijo a aprender a hablar, leer y escribir en dos o más idiomas es un regalo maravilloso que todas las familias pueden hacer.* Y es un regalo que a menudo conduce a mejores habilidades cognitivas y al éxito académico, además de los beneficios del bilingüismo en sí mismo. Muchas actividades familiares comunes, tales como mirar revistas con su hijo en edad preescolar, escribir la lista de la compra, enviar mensajes de texto a la abuela, cantar canciones y hornear galletas, pueden fomentar la alfabetización temprana. Independientemente de la lengua utilizada durante estas interacciones, los niños están aprendiendo las habilidades esenciales que desvelarán el misterio de la letra impresa y abrirán el mundo de la lectura y la escritura. Además, como estas actividades tienen lugar en el hogar con las personas más importantes en la vida de su hijo, establecen valores para toda la vida y actitudes positivas hacia la lectura que motivarán el aprendizaje futuro.

Para las familias que hablan una lengua distinta del inglés, el mensaje más importante que tengo que compartir es reconocer el poder de su lengua materna, sus prácticas basadas en la cultura y sus relaciones estrechas para fomentar en sus hijos el amor por la lectura para toda la vida. Por ejemplo, si su familia disfruta de reuniones para contar historias y quizás incluso cantar canciones juntos, sus hijos están aprendiendo habilidades lingüísticas orales (como escuchar y comprender historias y hablar con frases complejas), que son necesarias para la futura comprensión de la lectura.

Estudiantes que están aprendiendo dos idiomas: niños, desde el nacimiento hasta los cinco años, que adquieren dos o más lenguas simultáneamente y aprenden una segunda lengua mientras continúan desarrollando su primera lengua.

Una de las claves para desarrollar las habilidades lingüísticas orales de los niños es ayudarles a aumentar su vocabulario. Cuantas más palabras aprenda su hijo, más historias y conversaciones entenderá y podrá expresarse mejor. La mayoría de los niños de 4 años tienen un vocabulario de unas 1,000–1,500 palabras. Para cuando van al jardín de la infancia, los niños suelen saber más de 2,000 palabras y pueden hablar en oraciones completas. Numerosos estudios de investigación han demostrado que la mayoría de los estudiantes de dos idiomas (DLL por sus siglas en inglés) conocen menos palabras en cada una de sus lenguas que sus compañeros monolingües, pero cuando se combinan ambas lenguas, el tamaño de su vocabulario es comparable. Por ejemplo, los DLL que hablan una lengua distinta del inglés en casa y han estado aprendiendo inglés en un entorno preescolar pueden conocer algunas palabras comunes en su lengua materna, como breakfast (desayuno), bedroom (dormitorio) y window (ventana), y otras palabras en inglés (la lengua de la escolarización), como pencil (lápiz), playground (patio de recreo) y journal (diario). Además, es frecuente que los DLL mezclen lenguas: empiezan una frase en una lengua y luego cambian a otra.

Para que su hijo aplique sus destrezas de lenguaje oral para empezar a leer, necesita aprender el alfabeto: los nombres de las letras, qué sonidos hacen las letras y cómo juntar los sonidos para formar palabras. Los niños suelen aprender primero las letras significativas, como las de su nombre y después otras letras que ven a menudo, como las de los nombres de los miembros de su familia. Hay muchas formas divertidas de ayudar a su hijo a ampliar su vocabulario y a aprender el alfabeto.

Actividades familiares

Lo ideal es que las familias apoyen el desarrollo tanto de su lengua materna como del inglés. Es fundamental que siga utilizando su lengua materna en las interacciones cotidianas (como las que se describen a continuación), sobre todo si no domina el inglés. Si entiende y habla inglés a un nivel alto, puede seleccionar ciertos momentos del día o de la semana en los que sólo utilice el inglés, como durante la compra o algunas comidas. Sin embargo, su labor principal es fomentar el lenguaje y las habilidades de alfabetización temprana en su lengua materna: esto sentará las bases del bilingüismo precoz y del éxito escolar posterior en inglés.

Iniciar conversaciones prolongadas: A lo largo del día, hay oportunidades para hablar con su hijo. Cuanto más escuche lo que dice su hijo, responda al contenido de su discurso, participe en intercambios repetidos de ida y vuelta y varíe deliberadamente su vocabulario con frases más largas, mayor será el vocabulario de su hijo. He aquí un ejemplo:

Hija de 4 años hablando con su madre: “Ven a ver mi dibujo”.

Mamá: “OK, háblame sobre tu dibujo. Parece que has decidido utilizar muchos colores”.

Hija: “Quería que la casa fuera bonita y grande”.

Mamá: Esa es una casa enorme que está rodeada de preciosas flores que parecen muy coloridas. Me pregunto quién plantó esas flores”.

Esta conversación podría prolongarse durante muchas más vueltas con el uso continuo de palabras de vocabulario más variado y frases complejas. Al mantener frecuentes interacciones lingüísticas receptivas con su hijo e insertar deliberadamente palabras nuevas e interesantes en frases más largas, estará desarrollando habilidades lingüísticas orales que son fundamentales para la comprensión de la lectura. También puede cantar sus canciones infantiles favoritas e inventar palabras nuevas para melodías conocidas.

Leer libros juntos: A los 3 o 4 años, su hijo tendrá probablemente muchos libros favoritos que usted habrá leído repetidamente. Cuando tenga que elegir libros para disfrutar juntos, es importante que incluya libros que hayan sido escritos en su lengua materna y representen su bagaje cultural. Por ejemplo, si usted solo habla y lee español, entonces leyendo libros con ilustraciones con cuentos a nivel de preescolar en español, le ayudará a su hijo a conectar la palabra impresa con los sonidos de la palabra hablada. Su biblioteca comunitaria muy probablemente tenga libros en español como también libros bilingües que son adecuados para niños pequeños. También pueden tener horas de cuentos entre semana a las que puede asistir con su hijo.

Al animar a su hijo a hablar sobre los objetos, las personas, las imágenes y los argumentos de los libros, usted también ampliará su vocabulario y apoyará su comprensión de la secuencia de los cuentos. La lectura compartida también puede ocurrir en otros contextos: leyendo una receta juntos mientras preparan la cena, las etiquetas de los artículos del hogar (incluyendo los envases de alimentos) y los carteles del vecindario. El mensaje importante es que leer puede estimular la imaginación y aportar alegría a nuestras vidas y es esencial para desenvolverse en el mundo.

Divertirse con las letras: Usted puede ayudar a su hijo a aprender las letras

  • Señalando las letras en nombres y palabras comunes (tales como STOP y BUS en las señales);
  • Cantando la canción del abecedario, colocando letras magnéticas en la refrigeradora para deletrear los nombres de la familia; y
  • Animando a su hijo a escribir notas cortas a otras personas.

Por ejemplo, a María, de 4 años, le encanta escribir su nombre (de forma casi legible) en la parte superior de cada dibujo que hace. Ha aprendido que la primera letra de su nombre es la M y que suena como “mmmm”, así como otros objetos del hogar que empiezan con el mismo sonido/letra: mop (trapeador), magazine (revista), microwave (microondas). Cada vez que María encuentra una nueva palabra que empieza con M, su abuela la ayuda a encontrar las letras magnéticas y a deletrearlas. Esto la ayuda a conectar los sonidos con las letras y ella puede ver cómo se ve la nueva palabra. Su abuela también le da papel y diferentes tipos de lápices, bolígrafos, marcadores y crayolas para ayudar a María a que practique la escritura (lo que también fomenta la alfabetización temprana).

Si realiza actividades como éstas todos los días, compartiendo su amor por su lengua materna y por la lectura, su hijo tendrá una gran base para convertirse en bilingüe y alfabetizado en dos idiomas.


Linda M. Espinosa es una profesora emérita de la primera infancia en la Universidad de Missouri-Colombia y ha dirigido numerosos estudios y publicado extensamente sobre la educación infantil y los estudiantes de dos idiomas.

*Para más consejos sobre cómo ayudar a su hijo a ser bilingüe, consulte go.aft.org/mxr. (volver al articulo)

[fotos: Getty Images]

American Educator, Fall 2023